Empresa saludable

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Ser una empresa saludable está de moda. La expresión toma como base la definición amplia de salud laboral, entendida como la búsqueda por parte de la empresa del bienestar físico, social y mental de sus trabajadores…

El concepto es fácil de entender: si mejora la salud y el bienestar de los trabajadores tanto en la empresa como fuera del trabajo, aumentará su nivel de “felicidad”, habrá una probabilidad mayor de que estén contentos y satisfechos con su vida, y es de esperar que tengan una actitud más positiva hacia todo, incluido el trabajo. Evidentemente, numerosos factores externos que no puede controlar la empresa pueden alterar el proyecto: crisis familiares, problemas con la ley, adicciones… pero incluso en la peor de las situaciones, facilitar herramientas y favorecer actitudes y hábitos correctos, no debería generar problemas adicionales.

Se busca que el trabajador se sienta bien en el trabajo. A cambio la empresa espera mayor productividad, un incremento del compromiso personal, disminución del riesgo de perder empleados con talento y en general la reducción de “problemas”.

Según una estimación de la Agencia Europea para la seguridad y la salud en el trabajo, por cada € invertido en programas de promoción de la salud en el trabajo, se obtiene un retorno de la inversión de entre 2,5 y 4,8€, difuminados entre los conceptos del párrafo anterior.

Para las grandes empresas y corporaciones es un camino fácil. Crear un comité, asignar recursos y seguir unas pautas más o menos definidas en sesudos manuales, por ejemplo, la guía de la OMS para la salud ocupacional.

Son pasos metódicos y controlados:
-Evaluar la situación inicial (análisis epidemiológicos, tests psicosociales, evaluación de factores ambientales, …)
-Definir objetivos
-Implantar programas y campañas
-Análisis de la eficacia de los programas (definición de parámetros a valorar, estadísticas…)
-Y Certificación para que se visualice externamente el compromiso.

El proceso sigue la metódica de mejora continua, habitual en sistemas de calidad y medio ambiente, como la ISO 9001, ISO 14001 o la nueva ISO 45001 en prevención de riesgos laborales.

Pero… ¿está al alcance de una pequeña empresa ser “saludable”?

Por supuesto. Pero es preciso cumplir un requisito previo. Si su empresa tiene conflictividad laboral, sueldos claramente por debajo de la media del sector, denuncias laborales, absentismo, elevada rotación de personal, alteraciones frecuentes del ritmo normal del trabajo, seguramente su empresa está enferma y necesita otro tipo de soluciones.

Una empresa que ya cumple con los requisitos legales en prevención de riesgos laborales, pero quiere ir un poco más allá, sería una buena candidata. Hablamos pues de una empresa que funciona y quiere mejorar.

Los pasos a seguir son sencillos. En primer lugar, es imprescindible el convencimiento de la dirección, debe creer en la idea y convencer a los trabajadores para que se impliquen en el proyecto. Se busca una relación en la que todos ganen.

Por otro lado, es necesaria una comunicación fluida entre la empresa y los trabajadores, para poder encontrar aquellos beneficios que mayor valor aporten al trabajador (y cuesten menos dinero a la empresa).

A menudo la pequeña empresa no tiene la capacidad para poner en marcha grandes proyectos, pero si puede empezar a buscar ese camino con acciones puntuales. Todas las grandes travesías han empezado con un primer paso, no importa que sea pequeño o grande, lo que importa es que luego haya otro paso y después el siguiente y otro y otro… eso sí, siempre en la misma dirección…

Aquí tiene una lista de acciones que pueden orientarle en la dirección correcta.

Un estilo y una actitud empresarial que pueden reportar beneficios a todos:
-Conciliar vida laboral + familiar
-Flexibilizar horarios
-Posibilidad de realizar parte del trabajo desde casa (solo en algunos tipos de trabajo
-Vales para guardería

Hacer más agradable el lugar de trabajo
-Más luz, mejor ventilación, más limpieza y orden, menos ruido, menos olores, mejores equipos, plantas,

Potenciar hábitos saludables
-Incentivo para quien venga en bici
-Vales para comida sana
-Programa dejar de fumar
-Subvencionar asistencia a un gimnasio.
-Pagar inscripciones a eventos deportivos (como participante, por supuesto, no como espectador)
-Oferta de fruta en máquina de vending
-Vales para viajes en autobús o metro

Facilidades para el cuidado y conocimiento de la salud
-Seguro médico privado
-Vales para ir al fisioterapeuta
-Vales para ir al nutricionista
-Estudios de ADN (nutricional, deportivo…)
-Revisiones médicas más completas que las estrictamente necesaria para PRL

Formación interna
-Cómo aprovechar mejor el tiempo
-Curso conducción
-Reducción del estrés
-Mindfulness, wellness,..

Solo son algunas ideas. Cada empresa en función de su perfil puede escoger las que mejor le convengan. Es imprescindible, en cualquier caso, la participación y comunicación con el personal, para elegir las más adecuadas en cada situación…

Y si quiere saber más, puede acudir al excelente Portal de la promoción de la salud en el trabajo del INSST.

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